Velocidad de obturación: Cómo captar el momento perfecto

La velocidad de obturación es el factor con más renombre de los tres que componen el triángulo de la exposición fotográfica y el que más impacto tiene en tus fotos.

¿Y por qué?

Pues porque tener un conocimiento escaso de la velocidad de obturación te llevará a hacer fotos movidas y borrosas.

Para que no te pase esto, en este post te voy a hablar detenidamente del “tiempo de exposición” o “velocidad de obturación”. Para ello, te explicaré algunos trucos y tips, que se convertirán en tus aliados para capturar imágenes perfectas y de calidad.

¿Qué es la velocidad de obturación?

La mejor forma de definir este concepto es hablando de “tiempo de exposición”. Es decir, se trata del tiempo exacto que el sensor de tu cámara está expuesto a la luz.

Lo que conseguimos con la obturación es sencillo: ajustar la luz y lograr un mayor o menor movimiento de la escena.

De igual forma que la apertura se mide en pasos f y la ISO en niveles, la obturación se mide en segundos o fracciones de éstos. En las fracciones no hay lugar a equivocaciones, cuanto más alto es el número, más alta la velocidad.

Por ejemplo, puedes encontrar obturaciones desde 30s hasta 1/16000, que sería un tiempo de 0,0000625 segundos.

Escala de medición

La escala de velocidades de obturación es muy sencilla. Simplemente, cada paso que aumentes, dobla la velocidad del anterior.

Esto es, que el paso siguiente de 1/100 es 1/200, después, 1/400, 1/800…

Probablemente estarás un tanto confuso/a después de leer esto y dirás “mi cámara tiene más opciones”.

Y tienes razón, porque la mayoría de cámaras ofrece tercios de paso. En otras palabras, entre cada paso completo encontrarás dos más.

Entre 1/100 y 1/200 encontrarás 1/125 y 1/160. De esta forma, hay mucha más variedad de obturaciones para conseguir resultados más exactos.

Cómo afecta a la exposición

Igual que sucede con los otros dos factores de la exposición, la velocidad de obturación afecta directamente a la cantidad de luz de tu foto.

Pero en este caso, además de aumentar o disminuir la luz, también vas a poder controlar el movimiento de tu foto.

Para que te hagas una idea rápida de su funcionamiento, las imágenes con obturaciones lentas son luminosas pero propensas a tener movimiento, mientras que las obturaciones rápidas son oscuras pero estáticas.

Por ejemplo; si eliges una velocidad de 3s, obtendrás mucha luz, pero todo el movimiento que suceda delante de tu cámara durante ese tiempo, quedará registrado en la foto. Éste es el principio utilizado en el light painting o en las fotos de larga exposición.

Esto nos lleva a distinguir dos grupos de velocidades, la rápida y la lenta. Dependiendo del tipo de fotos que busques o de las condiciones de luz que tengas, deberás elegir entre una u otra para conseguir el mejor resultado.

Velocidad de obturación rápida

En este caso, el tiempo de exposición de la luz es bajo. La cámara permite que la luz incida en su sensor durante un breve espacio de tiempo, ya que el obturador se abre y cierra muy rápido.

Si vas a tomar una foto recurriendo a esta técnica, hazlo sólo cuando dispongas de una buena fuente de luz, de lo contrario, las fotos quedarán oscuras.

Se puede considerar una obturación rápida toda aquella superior a 1/60s.

¿Qué imágenes consigues con la obturación rápida?

La respuesta es sencilla; imágenes congeladas. Es decir, limitas el movimiento y obtienes una imagen estática y mucho más nítida.

Velocidad de obturación lenta

Toda aquella velocidad inferior a 1/60s.

Si apuestas por una velocidad de obturación lenta el tiempo de exposición de tu cámara será mayor. Esto implica la entrada de luz al sensor durante un periodo más largo. Por lo que, como veías arriba, tu foto será más luminosa.

El problema de estas velocidades es que resulta difícil disparar a mano alzada (sobre todo con zoom), ya que el más mínimo movimiento, temblor de manos o desplazamiento de tu sujeto se verá en el resultado final.

Algo muy importante si vas a usar esta técnica es utilizar las herramientas necesarias para captar imágenes de calidad. El trípode es indispensable para velocidades lentas. También puedes encontrar objetivos con estabilizador de imagen, que ayudan mucho a evitar el movimiento.

Formas de controlar la obturación de la cámara

Generalmente, hay tres formas de controlar la obturación en las cámaras de fotos, evitando siempre el modo automático. Éste último es algo que debes evitar si quieres conseguir unos resultados de calidad.

Modo Manual

El modo manual es el ideal cuando quieres controlar todo el proceso fotográfico.

Te ofrece todo el control de la exposición, pero debes usarlo sólo si conoces bien el funcionamiento tanto de obturación, como apertura de diafragma y sensibilidad ISO.

Es ideal para fotos en las que no varía la luz y puedes elegir exactamente el resultado que quieres. Si por el contrario, las condiciones de luz van cambiando, el modo manual será un error porque deberás adaptarlo a cada momento.

Modo Bulb

Ocurre lo mismo que con el modo manual, pero con la diferencia de que el tiempo de exposición es ilimitado y lo controlas tú.

El funcionamiento es sencillo, la exposición dura todo el tiempo que tengas apretado el disparador, ya sea un segundo o un minuto.

Esto es especialmente interesante para técnicas como el antes mencionado light painting, en el que, una vez has terminado de dibujar, no necesitas que esté más tiempo abierto el obturador.

Se usa también para superar el límite de 30s que tiene por defecto el modo manual.

Modo de prioridad a la velocidad de obturación

Este parámetro es el ideal si no estás muy familiarizado con el triángulo de exposición, ya que te permite ajustar la velocidad de obturación que quieras, y la cámara ajustará en consecuencia la ISO y apertura del diafragma.

De esta forma, puedes asegurarte de que tu foto no quedará movida y olvidarte de los demás parámetros.

Qué obturación utilizar y cuándo hacerlo

La velocidad de obturación se puede utilizar de formas muy diversas y con resultados muy artísticos, por lo que no te tomes esta guía al pie de la letra.

Estos son los usos más comunes que se le da a cada paso completo de obturación:

• 1/4000s: La mejor opción para congelar objetos realmente rápidos, como deportes veloces, chispas, globos explotando… Toda una obturación de cámara de alta velocidad.
• 1/2000s: Velocidad suficiente para parar las alas de un colibrí. Normalmente utilizada en naturaleza para animales en movimiento, agua u objetos rápidos, como rocas cayendo, erupciones, etc.
• 1/1000s: Esta obturación es la que se suele usar en fotografía deportiva para congelar completamente al deportista en carrera. Es útil también para parar coches, motos, bicis…
• 1/500s: Este es el umbral de las fotos congeladas. Menos de aquí, empieza a notarse el movimiento. Se suele usar en fotografía de niños y eventos como bailes o desfiles.
• 1/250s: El balance perfecto para fotografía sin movimiento sin tener que preocuparte por los demás parámetros. Utilizada comúnmente en retratos.
• 1/125s: A esta altura ya empieza a notarse la vibración al usar teleobjetivos. Si bajas mucho más, necesitarás ayudas para evitar movimiento. Puedes empezar a usar la obturación como recurso artístico.
• 1/60s: Aquí está el umbral entre la obturación rápida y lenta. Es ya recomendable que uses trípode o bastón para evitar cualquier vibración que produzcas con las manos.
• 1/30s: El mínimo que querrás usar para fotografía artística antes de que se vuelva toda borrosa. Estas velocidades suelen usarse para fotografía de producto con luz continua.
• 1/15s: A partir de aquí es ya imprescindible un trípode si quieres una foto nítida. Puedes combinarlo con movimiento para crear escenas vivas, como una calle con gente borrosa y edificios enfocados.
• 1/8s: Ideal para jugar con fuentes y agua que cae. Puedes conseguir resultados buenos en fotografía nocturna para realzar luces.
• 1/4s: Ideal para pequeñas líneas de luz de vehículos o fotografía nocturna.
• 1/2s: Con esta obturación, el agua se convierte en seda y puedes conseguir un gran efecto en paisajes. Tienes el suficiente movimiento para contar una historia sin que parezca un error.
• 1s: Todo tipo de fotografía nocturna, puestas de sol, amaneceres…
• Más de 1s: Tienes entre 1 y 30s de margen para conseguir todos los efectos que quieras. Puedes conseguir combinaciones realmente geniales en tu fotografía nocturna con todas estas obturaciones.
• Bulb: Ten el obturador abierto todo el tiempo que quieras. Estos tiempos de obturación son ideales para fotografiar estrellas, el movimiento del firmamento o técnicas como light painting donde no necesitas una obturación fija.

Resumen

Ahora ya no tienes excusa para hacer fotos movidas. Sólo tienes que ponerlo en práctica y entender cuándo es mejor cada obturación.